restaurante MINA 20 junio 2015
Mas vale tarde que nunca. Eso está claro. Pero tardar un año en subir un post.... tiene delito.
Pues a punto de celebrar mi 40 cumpleaños en el Azurmendi (aún no me lo creo!!!) creo que va siendo hora de que veáis como lo celebré el año pasado. Aquí van la carta y las fotos del 20 de junio de 2015 en el Restaurante Mina. Tengo que decir que me gustó mucho pero que el año anterior el Etxanobe había dejado el listón muy alto...
Empezamos con una Ostra Gillardeu, ginebra y cítricos. Ya lo siento pero se me olvidó hacer la foto. A Urko le gustó mucho. Para mí fue como masticar un gintonic. Soy más de beberlo, de trago lento. Vamos, que no me gustó. La verdad es que me desanimé un poco pensando "si esto esta bueno para el chef tenemos paladares muy diferentes y no me va a gustar nada...". Pero por suerte me equivoqué.
Después Souflé de pomelo y bacalao con manzanilla y haba tonka. Rico no...lo siguiente.
Txitxarro ahumado al romero, coliflor y sidra. Que buenoooo. Y sin foto. lo siento.
Mero salvaje acompañado de una crema de arbequina. Fresco. Me ha reconciliado con el mero.
Begihaundi a modo de risotto. Aquí ya empecé a alucinar. Cremoso y con un sabor intenso.
Foie gras en salmuera con cigala asada. Se te saltan las lagrimas de gusto.
Merluza del Cantábrico sobre un guiso de verdura de caserío. No se si estaba mejor lo del mar o lo del baserri. Aunque eché de menos un poco de pan...
Y la carne. Un INCREIBLE (no me he colado, las mayúsculas son totalmente intencionadas) Pichón de Araiz a la parrilla con paté casero y chutney de berenjena. Por suerte trajeron el pan sin que lo pidiéramos justo antes de hincarle el tenedor. El pan tengo que decir que estaba también buenísimo. A ese plato no le hubiera pegado nada una baguette.
Y los postres: Tarta de Manzana. Buenísima, algo dulce, algo ácida. Y Creme brulee de azafran con pera y amaretto. Que rica.....
Y nos trajeron también otro que no estaba en el menú pero que fue sin duda el mejor de todos. Una especie de mousse de azúcar moscovado que estaba.....
Acabamos con café y petit fours. Ambos de 10.
Para repetir. Aunque la próxima vez en la barra. Desde ella se puede ver cómo cocinan. Porque desde las mesas... casi me quedo sin cuello. Es que era demasiada tentación la posibilidad de ver como funciona la cocina de un restaurante con una estrella.
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