VERDE QUE TE QUIERO VERDE

Preparando el post me he dado cuenta de que hago muchas comidas vegetarianas (algunas incluso veganas) pero que sin embargo no tengo ningún apartado específico para ello. Así que hoy estramos de estreno.

Ayer Leire (a quién desde aquí mando un beso enorme porque al comer las flores de calabacín casi se me saltan las lágrimas, y porque sí y punto pelota como diría Aiala), me trajo verdurita de su huerta ecológica y me metí de lleno con ella (con la verdura, no con Leire) en la cocina.

Asé verduras y preparé con ellas un relleno para las berenjenas, para el calabacín (que presenté enrollado) y para las flores del calabacín. También aproveché y cocí las vainas redondas que he de decir que tienen un sabor impresionante y estoy deseando tomar a la noche la sopa del caldo (el caldo de cocer las vainas congeladas lo tiró pero el de las frescas no, porque tiene un montón de sabor y me encanta). Por cierto: la cebolla roja asada ha sido todo un descubrimiento. Está superdulce.

Tengo que pedir disculpas por las fotos pero no estaban destinadas al blog, las hice sólo para mandar por wasap en varios grupos para darles envidia.

BERENJENA, CALABACÍN 

Y FLORES DE CALABACÍN

RELLENAS DE VERDURAS ASADAS

Ingredientes:

1 calabacín mediano
1 berenjena pequeña
1 cebolla roja
1 cabeza de ajo morado
3 flores de calabacín (con el calabacín pequeño incluído)
1 cucharilla de postre de pasta harissa
Aceite de oliva
Sal
2 lonchas de queso desnatado

Preparación:

Limpiamos las verduras. Los calabacines los cortamos a la mitad a lo largo y les hacemos unos cortes en la pulpa para que se asen mejor. La cebolla la pelamos y la cortamos en cuartos. La cabeza de ajos va entera.

Ponemos las verduras en la bandeja de horno con un chorrito (casi nada) de aceite de oliva. Lo metemos al horno. Yo lo tenía precalentando a 200º y al meterlo lo he bajado a 180º. Cuando se estaba dorando ya mucho lo he bajado a 150º y cuando la berenjena se ha puesto a gritar de dolor lo he apagado. He tapado la bandeja con papel de aluminio y he dejado dentro hasta que se templara.

Una vez templado he vaciado la berenjena y el calabacín, así como cuatro dientes de ajo. Lo he puesto (sin trocear) en una cazuela con aceite de oliva, sal y la pasta harissa. Cuando se ha sofrito un poco lo he triturado. Y ya está listo el relleno.

Las flores de calabacín las he cocinado al vapor. He comprobado que estuvieran hechos pinchando con un palillo de brocheta. No tengo vaporera y no pienso comprarlas porque si meto un trasto más en casa me temo que tendré que salir yo. Yo utilizo un método más... artesanal. Pongo agua en una cazuela y sobre la cazuela un escurridor y en el escurridor coloco el alimento. Lo tapo con la tapadera de la cazuela y listo. Con el vapor del agua se hace el alimento. Comprobad que el agua no toca el alimento porque si no se cocería.

Y ya nos ponemos a rellenar las verduras. Las flores de calabacín hay que rellenarlas con mucho cuidado. Podéis usar manga pastelera pero yo he utilizado una cucharilla y no han quedado muy mal. Una vez rellenas he echado un poco de sal Maldon encima del calabacín porque no tenía nada de sal. A la flor no le he echado porque ya le da sabor el relleno. No pude esperar y comí una. La flor muy buena pero el calabacín increíblemente suave. No había comido nunca uno así de pequeño. Qué bueno.

Y pasamos a las berenjenas. Colocamos el relleno sobre ellas y yo he cubierto con una loncha de queso de fundir light. Si no estáis a dieta podéis echar otro tipo de queso, o más cantidad, y bechamel,...

Y como no me quedaba mucho relleno (merma un poco al cocinarse porque pierda agua y como no le he añadido muchos ingredientes aparte de la verdura... El caso es que he repartido lo que quedaba entre los dos calabacines, lo he extendido bien y encima he colocado el queso. Y lo he enrollado. Yo los he congelado una vez fríos bien envueltos en film. Pero se sirven así tal cual (calientes y acompañados de salsa de tomate o ensalada o arroz,...) o como si fueran canelones cubiertos de bechamel, queso...

 

La verdad es que el relleno ha quedado muy bueno ya que la cebolla y el ajo asados le dan un toque dulce muy rico y la pasta harissa le da potencia de sabor y algo de picante (no mucho).

Y así ha quedado en el tupper, listo para llevar a la oficina.