Restaurante HYDRA (CALPE)
2 de agosto, segundo día de trabajo y ......... necesito vacaciones de nuevo!!!
Igual si escribo un post sobre las de este verano mientras lo hago me avado de la oficina y me veo de nuevo frente al mar, en una terraza, ..... Lo dicho, necesito vacaciones de nuevo ya!.
Este año, al igual que los dos anteriores, hemos ido a Calpe (Alicante). Buen clima, buen ambiente y buena comida. Como en todos los destinos turísticos hay un montón de locales que están hechos para guiris que no diferencian un arroz cremoso de una paella, ni un socarrat de un "me he olvidado el arroz en el fuego".
Es para nosotros obligado ir al menos un día a comer arroz y pensábamos hacerlo en el mismo restaurante de años anteriores, pero la verdad es que ha dado un bajón de clientela impresionante y mosquea un poco que los restaurantes que hay junto a él estén llenos y en éste no haya ni Blas. Así que nos dimos un paseo a ver si veíamos alguno que nos llamase la atención. En el paseo de la playa no es que estén mal pero había demasiada gente y a mi no me suelen gustar en general los sitios con cartas larguísimas que tienen como 70 tipos de arroz. Creo que le resta personalidad y da la impresión totalmente contraria a cocina casera, que era lo que buscábamos.
Al final decidimos dar un paseo bordeando el mar hasta el apartamento y allí fue donde hicimos el gran descubrimiento gastronómico de estas vacaciones (y de las futuras porque volveremos seguro. Os lo garantizo).
Frente a la Cala Calalga hay varios restaurantes. Es un entorno tranquilo y la decoración de los restaurantes está mucho más cuidada. Cartas más pequeñas y ambiente acogedor. Nos gustó especialmente uno de ellos y decidimos entrar.
El restaurante se llama Hydra. Es muy acogedor, con mucha luz. Hace también de sala de exposiciones. Cuando estuvimos tenía expuestos los cuadros de una pintora local. Llenos de color, como el entorno. La carta no es extensa. Tiene sobre todos arroces y pescados. Y unos postres caseros que están increibles.
Para empezar tomamos un pan con alioli. nos gustó ya de entrara que nos preguntaran si lo queríamos. En otros sitios tienen la costumbre de sacártelo directamente y aunque no lo toques luego te lo suman a la cuenta. Que digo yo que si no ,lo he pedido y no lo he tocado no entiendo por qué me lo cobran. y la verdad es un poco incómodo tener que decir "me lo retiras que no lo quiero" (la primera vez no lo haces porque entiendes que es un detalle pero cuando vez que te lo cobran pues igual a la siguiente lo dices). Imagínate que no te gusta el alioli, o que no lo puedes comer. Si es un detalle te agrada porque aunque no lo pruebes entiendes que no tienen por qué saber tus gustos o intolerancias, pero ... no es el caso.
Aquí nos lo ofrecieron y aceptamos. El segundo día fue lo primero que pedimos.
Un alioli casero, del de verdad, un ajo-aceite y no una ajonesa. increible. Acompañado de un tomate rallado, sal es escamas y una botella de aceite de oliva virgen extra. Con unos panes de semillas... Y desde el principio quedamos encantados.
Después pedimos para nosotros el mismo arroz que la vez anterior así que no hice foto (miráis la de mas arriba jeje). Para Aiala pedimos pescadito (pero sin rabas ni chopitos).
Igual si escribo un post sobre las de este verano mientras lo hago me avado de la oficina y me veo de nuevo frente al mar, en una terraza, ..... Lo dicho, necesito vacaciones de nuevo ya!.
Este año, al igual que los dos anteriores, hemos ido a Calpe (Alicante). Buen clima, buen ambiente y buena comida. Como en todos los destinos turísticos hay un montón de locales que están hechos para guiris que no diferencian un arroz cremoso de una paella, ni un socarrat de un "me he olvidado el arroz en el fuego".
Es para nosotros obligado ir al menos un día a comer arroz y pensábamos hacerlo en el mismo restaurante de años anteriores, pero la verdad es que ha dado un bajón de clientela impresionante y mosquea un poco que los restaurantes que hay junto a él estén llenos y en éste no haya ni Blas. Así que nos dimos un paseo a ver si veíamos alguno que nos llamase la atención. En el paseo de la playa no es que estén mal pero había demasiada gente y a mi no me suelen gustar en general los sitios con cartas larguísimas que tienen como 70 tipos de arroz. Creo que le resta personalidad y da la impresión totalmente contraria a cocina casera, que era lo que buscábamos.
Al final decidimos dar un paseo bordeando el mar hasta el apartamento y allí fue donde hicimos el gran descubrimiento gastronómico de estas vacaciones (y de las futuras porque volveremos seguro. Os lo garantizo).
Frente a la Cala Calalga hay varios restaurantes. Es un entorno tranquilo y la decoración de los restaurantes está mucho más cuidada. Cartas más pequeñas y ambiente acogedor. Nos gustó especialmente uno de ellos y decidimos entrar.
El restaurante se llama Hydra. Es muy acogedor, con mucha luz. Hace también de sala de exposiciones. Cuando estuvimos tenía expuestos los cuadros de una pintora local. Llenos de color, como el entorno. La carta no es extensa. Tiene sobre todos arroces y pescados. Y unos postres caseros que están increibles.
Para empezar tomamos un pan con alioli. nos gustó ya de entrara que nos preguntaran si lo queríamos. En otros sitios tienen la costumbre de sacártelo directamente y aunque no lo toques luego te lo suman a la cuenta. Que digo yo que si no ,lo he pedido y no lo he tocado no entiendo por qué me lo cobran. y la verdad es un poco incómodo tener que decir "me lo retiras que no lo quiero" (la primera vez no lo haces porque entiendes que es un detalle pero cuando vez que te lo cobran pues igual a la siguiente lo dices). Imagínate que no te gusta el alioli, o que no lo puedes comer. Si es un detalle te agrada porque aunque no lo pruebes entiendes que no tienen por qué saber tus gustos o intolerancias, pero ... no es el caso.
Aquí nos lo ofrecieron y aceptamos. El segundo día fue lo primero que pedimos.
Un alioli casero, del de verdad, un ajo-aceite y no una ajonesa. increible. Acompañado de un tomate rallado, sal es escamas y una botella de aceite de oliva virgen extra. Con unos panes de semillas... Y desde el principio quedamos encantados.
Después pedimos un pescadito frito. Sobre todo por Aiala porque imaginábamos que no iba a comer prácticamente arroz. Y así fue. El pescado fresco. Los chopitos... para llorar de buenos.
Y después el arroz. un arroz a banda para dos. Es como el arroz del señoret con todo peladito. Una paella fina, con el arroz perfectamente hecho y con un sabor muy intenso.
Y los postres mejores aun que el resto. tienen postres caseros. Pedimos un biscuit semifrío de higos que me recordaba a la mermelada de higo que hace mi madre. Y una tarta tatin de manzana, templadita y con unas natillas caldositas..... Se me hace la boca agua solo de recordarlo...
Una comida increíble. Tanto que volvimos el domingo a mediodía. Nos sacaron como cortesía un entrante del que ya podéis perdonar pero no saqué fotos. era como una tortilla de camarones pero en forma de cono. Muy bueno.
Después pedimos unas croquetas variadas. Había de jamón (de las que Aiala dio buena cuenta), de setas y de marisco. A cada cual mejor. Crujientes, cremosas y sabrosas.
Y luego los postres. uno de turrón para Urko y otro con chocolate belga para mi. Buenos no. lo siguiente...
Y nos obsequiaron con un chupito sin alcohol que nos encantó a los tres.
Os dejo el link a su página de facebook: https://www.facebook.com/hydracalpe/
Buena comida, buen servicio, local acogedor, con exposiciones de pintura, música en directo en horario de cena. Y vi que además vendían mermeladas caseras.
Si vais a Calpe os lo recomiendo. Nosotros volveremos.
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